En cuanto a la celulitis, la aplicación subcutánea de dióxido de carbono en las zonas en las que la temida piel de naranja hace su aparición (piernas, glúteos, abdomen y brazos) consigue mejorar este problema en cuatro niveles:
Tratamiento de Carboxiterapia:
La técnica de la Carboxiterapia es muy sencilla. Se realiza a través de un equipo especialmente diseñado que permite controlar la velocidad del flujo y el tiempo de inyección, así como monitorizar la dosis administrada.
Se aplican varias inyecciones con una aguja de diámetro inferior a la Insulina.
El gas se difunde rápidamente a los tejidos adyacentes. No presenta efectos secundario, salvo un ligero y fugaz dolor en la zona de aplicación y un pequeño enrojecimiento que perdura unos minutos.
Una vez finalizada la sesión se suele completar con Presoterapia o LPG para incrementar la difusión del gas a los tejidos adyacentes.