En Instituto Marsil cubrimos esas pequeñas zonas mediante injertos capilares con la técnica FUE, es decir, obtenemos pelo del propio paciente de zonas en las que haya exceso para implantarlo en la parte afectada por la cicatriz.
Se trata de una técnica mínimamente invasiva y sencilla. En cuanto al postoperatorio, es bastante leve e indoloro.
Entre el 50 y el 90% de los injertos capilares crecen de manera adecuada en zonas con cicatrices, haciéndolas casi imperceptibles. Sin embargo, lo ideal es que la cicatriz no sea demasiado extensa y tenga una vascularización adecuada. Por ello nuestro equipo médico valorará previamente la viabilidad del implante.
Consúltanos la opción más adecuada para ti. En Instituto Marsil te aconsejaremos la mejor solución en tu caso.