Mediante este tratamiento se regeneran los folículos vivos que ya no están activos, para que empiecen a producir pelo de calidad.
Se trata de una técnica mínimamente invasiva, en la que tan sólo se realiza una pequeña biopsia y un tratamiento posterior muy semejante a la mesoterapia. En una hora aproximadamente habrá acabado la intervención.
Es un tratamiento perfecto para pacientes jóvenes que empiezan a notar menor densidad del cabello, así como en las primeras fases de alopecia para anticiparse a la caída total o parcial del pelo. También puede resultar apropiado para complementar un injerto capilar y mejorar sus resultados.
Consúltanos la opción más adecuada para ti. En Instituto Marsil te aconsejaremos la mejor solución en tu caso.